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  • MOISÉS, EL LIBERTARIO DE EGIPTO

  • DECLARACIÓN PÚBLICA: CONMEMORACIÓN DE LOS 50 AÑOS DEL GOLPE

    Autor: Ignacio Vio / Categoría: Comunicado Oficial

    El 31 de enero del 2023, El Ministerio de Las Culturas, Las Artes y el Patrimonio, emitió el ordinario N° 37, en virtud del cual, informa acerca de cuál será el Relato Oficial del Gobierno, para la Conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado del año 1973 en Chile.

    A propósito de dicho comunicado, El Partido Libertario de Chile, se opone de raíz al mismo, destacando las siguientes críticas:

    Dicho relato, no representa la opinión de las personas individualmente consideradas, sino, que impone desde el centro del poder y de la clase política de turno, una sola visión, la cual, además, se pretende sea una mirada de clases, lo que no existe.

    Con esta actitud, se refuerza la creencia en un ente superior a los individuos, y se intenta hacer creer, que dicha visión es la propia de este supuesto ente superior e infalible; El Estado. Dicha visión, intenta subyugar la conciencia particular de las personas que habitan Chile, a una supuesta conciencia colectiva y superior a la individual, lo que no se debe permitir.

    Cada chileno, más bien, cada habitante del país, tiene derecho a su propia creencia y visión acerca de lo que sucedió hace 50 años; debe combatirse cualquier tendencia que busque imponerse como una verdad sólida, indiscutible, basada en fundamentos pétreos, y sobre todo si dicha visión o verdad colectiva, se impone con fondos recaudados de los privados.

    En relación a los hechos mismos, queda en evidencia lo sesgado del instructivo, desde el momento en que tajantemente inicia la conmemoración desde el día 11 de Septiembre de 1973, indicando tal día como una especie de año “0”, muy similar a las doctrinas del Khmers Rouge en Camboya, y obviando todo el proceso previo de gestación de los años 60, donde por ejemplo, grupos como el partido socialista, adoptaron la posición más radical de la izquierda y asimilaron dentro de sus doctrinas, la legitimación del uso de la violencia para conseguir el poder.

    Lo anterior, no puede ser tan descaradamente dejado de lado, toda vez, que dicha doctrina, además, conlleva en su interior la creencia de que existe una clase iluminada de personas, las cuales, tendrían la superioridad moral e intelectual suficiente, que justificaría la construcción de una sociedad desde la cúspide, aún en contra de las clases menos beneficiadas, ya que estas últimas “no entienden” o “no son capaces de percibir los beneficios de esta estructura”, lo que en sí, es una manifestación grave de violencia.

    La existencia de supuestas deudas, sin reparación, al final sólo se han transformado en la creación de oportunidades para algunos, quienes profitan de los recursos del resto, en nombre de supuestos sufrimientos superiores al resto de la comunidad, dejando de lado, que la verdadera igualdad, nace de la creación de condiciones para que cada uno obtenga de manera lícita su propia renta, y no viva a costa del resto.

    Si tal como señala el documento, esta conmemoración busca ser una oportunidad para abrir espacios de diálogo, memoria y creatividad, además de un intercambio de miradas intergeneracionales, así tal y como se ha propuesto, lo único que conseguirá será mantener y profundizar las divisiones existentes, mantendrá y seguirá hundiendo a las actuales generaciones, que no vivieron dicho proceso, de manera artificial en la división e impedirán que sane de una vez por toda la cicatriz que se mantiene abierta, por conveniencia política y económica, y no por principios a los habitantes de esta tierra.

    Por último, si queremos de verdad crear un encuentro con la memoria, a partir de las lecciones, e imaginar futuros de justicia y mejor democracia, es necesario un respeto irrestricto por las realidades individuales, rechazar las visiones de clase, y por sobre todo, de una vez por todas dejar de utilizar la maquinaria represiva y extractiva del estado, para perpetuar clases artificiales, que en base a verdades relativas, y supuestos principios fundamentales, intentan vivir a costa de lo ajeno.

    PARTIDO LIBERTARIO DE CHILE

  • CRÍTICAS A LA LEY N° 21.565, QUE ESTABLECE UN RÉGIMEN DE PROTECCIÓN Y REPARACIÓN INTEGRAL EN FAVOR DE LAS VÍCTIMAS DE FEMICIDIO Y SUICIDIO FEMICIDA Y SUS FAMILIAS.

    Autor: Ignacio Vio / Categoría: Columna de Opinión 

    El presente texto legal, dentro de sus normas esenciales establece:

    – La Creación y Fortalecimiento de las acciones efectivas y necesarias por parte del Estado para la atención y reparación integral de las víctimas de femicidio y suicidio femicida.

    – El concepto de víctima, es bastante amplio: la ofendida, sus hijos, personas bajo el cuidado de la ofendida, madre o padre, actual pareja y cualquiera que según el artículo 108 del Código Procesal Penal sea considerada víctima.

    – La justificación, estaría en el impacto sistémico que tiene la ocurrencia del delito de femicidio.

    – El Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, calificará la condición de víctimas.

    – Se velará por que las víctimas, tengan acceso preferente a prestaciones de protección social.

    – Los hijos e hijas menores de 18 años, accederán a una pensión, que será pagada por el INP, compatible con cualquier otra pensión, no será considerada remuneración, renta o ingresos de ningún tipo, no será imponible ni tributable, y ascenderá a la suma de $160.000. mensuales, reajustables.

    CRÍTICAS:

    – La protección al Derecho a la Vida, es uno sólo, e igual para todos, no puede tener condiciones especiales en base a un atributo que no sea la calidad de individuo de la especie humana, sin más.

    – Se crea una serie de víctimas adicionales, que si bien, son afectados por el delito, no sufren en su propiedad el delito directamente, creando una ventaja desigual respecto de los demás miembros de la sociedad, que sufran otro tipo de delitos, y que en base a antecedentes muy similares, podrían reclamar iguales prestaciones del resto.

    – En relación al impacto que justificaría su aplicación, no es para nada distinto al que sufre cualquier víctima de un homicidio, ya sea en manos de un delincuente común, o un terrorista en la zona de la Araucanía.

    – Si un organismo como el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, comienza a calificar la condición de víctima, se traspasa una función del poder judicial, al poder ejecutivo, perdiendo toda independencia y transformándose en una manera de otorgar prebendas y favores políticos, permitiendo que algunos por razones equivocadas, vivan de la renta ajena.

    – Altera igualmente el principio de igualdad, el que tengan preferencia sobre otras personas para recibir asignaciones sociales, ya que el dolor no puede ser calificado de más intenso o menos que el padecido por otras personas que necesitan asistencia.

    – El hecho de que puedan recibir pensiones, de manera conjunta con otras y quedar excluidos de cargas tributarias, acentúa la desigualdad, y sólo los coloca en una situación de privilegio frente al resto, lo que no corresponde.

  • HELLMUTH GROLLMUS: MARTÍR DE LA LIBERTAD

    HELLMUTH GROLLMUS: MARTÍR DE LA LIBERTAD

    Autor: Italo Omegna / Categoría: Columna de Opinión 

    Imagen 1: El Crimen

    Helmuth y su hijo Christian estaban descansando al caer la noche. Faltaban unas semanas para la llegada de la primavera y la propiedad Grollmus estaba acostumbrada a recibir turistas que venían a conocer el histórico molino construido por el abuelo de Helmuth en 1916, el cual aún se mantenía en perfecto funcionamiento. En aquella época, el molino abastecía de electricidad a todo el pueblo de Contulmo, y no era hasta el ocaso, cuando el anciano se iba a dormir, que se apagaba la maquinaria y dejaba a todos los ciudadanos sin luz. “Siempre tuvo una muy buena relación con los vecinos —recordaba Helmuth con nostalgia a sus 85 años—, todos se ayudaban, estaba la familia de la farmacia, los del puerto… Todos tenían su rol”.

    Pero la noche fue interrumpida cuando de pronto, un grupo de 20 encapuchados vestidos con ponchos de color café y armados con escopetas, pistolas y armamento de alto calibre, irrumpieron en la propiedad disparando contra la casa patrimonial e incendiando el molino junto a las bodegas aledañas. Al oír los gritos y los disparos, Christian, invadido por una adrenalina que le hizo olvidarse de sus 55 años, corrió hacia la casa, agarró a su padre quien caminaba con el apoyo de su bastón, tomó las escopetas que tenían y lo llevó al lugar seguro que tenían previsto: lejos de las ventanas, entre la cocina y la galería. Y comenzaron a disparar. Helmuth alcanzó a llamar a su esposa, y ella, que estaba en Concepción, llamó llorando a su hijo que vivía en Santiago.

    En la propiedad también se encontraba Carlos, primo de Helmuth, quien charlaba por teléfono con su pareja mientras alimentaba a los gatos cuando escuchó los disparos. Cuando salió para ver lo que sucedía, fue capturado por los invasores quienes lo tomaron como escudo humano. “Camina, gringo CTM”, le gritaban para posteriormente dispararle en su pierna derecha, golpearlo de forma salvaje en la cabeza y dejarlo a merced del fuego. Durante la golpiza, Cahuiri, el pequeño Fox Terrier de la familia, salió en su defensa, pero no pudo hacer nada ante la violenta patada de uno de los encapuchados, quien no titubeo en perforar el cráneo del animal con una de sus balas.

    Helmuth escuchó las balas penetrar las paredes de la casa que había atestiguado cada momento de su infancia. “¡Los vamos a quemar!”, gritaban los encapuchados. Pero eso no le importó, cada vidrio roto y cada tablón en llamas resonaba como un doloroso crujido en sus recuerdos que preservaban el legado de sus padres. Su pena solo se veía interrumpida por los quejidos de su primo de 79 años cuyo cuerpo reposaba machacado a metros del fuego. De pronto, su hijo lo miró a los ojos y entonces, sin decirlo, entendió que se quedaron sin munición. En ese instante, el último disparo se sintió como un fuerte relámpago que se alejó rebotando entre las montañas venideras, trayendo devuelta consigo un silencio que descubrió la inesperada retirada de los terroristas. En la retirada se encontraron con dos cuidadores de la propiedad: a uno rápidamente lo amarraron a un árbol; y al otro le dispararon a 3 metros de distancia, incrustándole en el cuerpo 16 perdigones y volándole uno de sus globos oculares.

    Christian, tras esperar unos minutos para asegurarse de la ausencia de los encapuchados, salió corriendo en dirección al molino para prestarle ayudar a su tío Carlos, alejándolo de las llamas y realizándole un torniquete en su pierna para frenar la hemorragia. Todo esto a vista del pequeño Cahuiri que yacía mutilado en los pastizales de la propiedad.

    Imagen 2: Víctimas del Terrorismo

    Tras el atentado realizado el 29 de octubre del 2022 por parte de la agrupación terrorista de ultraizquierda, Resistencia Mapuche Lafkenche, Carlos Grollmus perdió su pierna, Cristian Cid, de 48 años, perdió su ojo, y don Helmuth Grollmus falleció el pasado viernes 28 de abril de 2023. Su familia señaló que nunca se pudo recuperar tanto mental como físicamente del atentado que sufrió junto a su primo. Incluso, señalaron que había perdido el sentido de la vida desde entonces.

    Gabriel Boric, pese a reconocer que se trataba de un atentado terrorista, decidió no invocar la ley de Seguridad del Estado.

    Imagen 3: Los Otros Usos del Fuego

    Mientras que los políticos discuten desde sus voluptuosas residencias y bastas comodidades, los habitantes del sur de Chile se acuestan con el terror de que uno de ellos podría ser el próximo. Como si no fuera suficiente, la casta política impulsa políticas de desarme a los ciudadanos con sus armas debidamente inscritas —como era el caso de don Helmuth—. ¿Qué había pasado si la familia Grollmus no hubiese tenido armas para defenderse? ¿Qué consecuencias habría tenido que asumir la clase política? Para ambas preguntas tenemos respuestas en este caso: 1-.Habrían sido brutalmente asesinados; y 2-. las mismas que han asumido hasta ahora: ninguna.

    Imagen 4: Impunidad

    Los culpables no han sido encontrados y —aunque así fuese—, las querellas son por incendio, homicidio frustrado, porte ilegal de armas y maltrato animal. Es decir, las mismas con las cuales hoy cientos de delincuentes se encuentran libres en las calles.

    El poder judicial está corrupto y el gobierno vela por el interés de los criminales. ¿Qué legitimidad guarda el Estado frente al ciudadano común? ¿Qué podemos hacer los ciudadanos? Debemos educar en el uso y tenencia de armas responsable. Tenemos que entender que la vulneración de los derechos de mi vecino es de mi total incumbencia, porque el día de mañana yo podría ser el próximo. También debemos defender el secreto bancario y promover la rebelión fiscal, y, finalmente: Marchar, marchar y marchar.

    La casta política es el problema y vivimos en tiempos donde no se notan los matices entre el Estado y una banda criminal corriente. La sangre del Grollmus y muchos otros está en sus manos. No dejemos que nos sigan matando.

  • LA PREGUNTA OLVIDADA

    LA PREGUNTA OLVIDADA

    Autor: Felipe Fernández / Categoría: Columna de Opinión 

    Si el matemático británico Thomas Bayes, autor entre otros trabajos del Teorema que  lleva su nombre, estuviese vivo en el presente siglo XXI y fuese consultado por cuál es  el modelo económico más exitoso -entendiendo que, antes de plantear la pregunta se  requeriría un esfuerzo en definir las implicancias del mencionado éxito- seguramente  respondería que, aquel que en comparación a los otros, haya mostrado mejores  resultados, luego de que se haya experimentado una cantidad significativa de veces.  Esto debido a que Bayes, creía que entre más veces se experimenta un fenómeno,  más cerca se está de conocer su naturaleza. Desde su perspectiva, si analizamos el  desempeño de las economías mundiales durante sólo el último siglo, podemos ver que  entre las economías libres y las reprimidas existen diferencias enormes, y que dichas  diferencias además tienden a convertirse en constantes con el paso de los años: Las  economías que son más libres para comerciar, que cuentan con mayor certeza jurídica,  que tienen un gobierno limitado y que poseen un bajo nivel de corrupción, tienen como  resultado una Paridad de Poder de Compra (PPP en inglés) de 11,5 veces mayor a las  economías que son más reprimidas en aquellos ámbitos, indicador que además se  acentúa al hacer la misma comparación entre los quintiles más bajos. Dicha evidencia  es -y con justa razón- uno de los respaldos más sólidos de los defensores de libertad  económica, mientras que desde la vereda opuesta de las ideas colectivistas, así como  también aquellos que se encuentran en algún punto entre los primeros y los segundos,  se esfuerzan en plantear al respecto cuestionamientos de distinta naturaleza,  aduciendo a razones espurias. En este punto es importante observar que establecer  causalidades a partir del examen y/ o experimentación de fenómenos es una falencia  cognitiva bastante común y transversal, herramienta sin la cual cualquier ejercicio que  busque unir efectos a sus causas explicativas, termina por perderse en razonamientos  con suerte intuitivos pero que nada tienen que ver con la realidad. Con la finalidad de  aclarar dichas relaciones de causalidad, algunos autores como son los casos de Daron  Acemoglu, Olson Mancur o Abhijit Banerjee, han contribuido consistentemente al  objetivo de explicar la fenomenología que existe detrás de la prosperidad o pobreza de  las naciones, despejando además algunos mitos comúnmente indicados como  causantes de dichos fenómenos. Estas y otras investigaciones, si bien coinciden en  que existe una correlación positiva entre la libertad económica y la prosperidad, han  indagado el fenómeno en un segundo nivel de complejidad, sumando la dimensión  social y política a la ecuación. Esta indagatoria, si bien por una parte enriquece y  amplía el espacio de análisis, por otra crea cierta incomodidad en quienes buscan  respuestas simples pero con alta capacidad explicativa, mientras que abre toda una  ventana de debates en cuanto a los caminos que conducen a la prosperidad. ¿Qué  atribuciones debiese tener el Estado?, ¿quiénes deberían ocupar los cargos de  poder?, ¿cuánto porcentaje de impuestos debería cobrar el gobierno?, ¿cuánto  porcentaje de su PIB debería destinar un país a la seguridad social?, son preguntas  que se leen comúnmente en el ágora de la política, y que rara vez tienen respuestas que convenzan transversalmente, y es que la misma evidencia se encarga de abrir  algunos cabos que la mayoría dan por cerrados. Acemoglu en su libro: “¿Porqué  fracasan las naciones?”, destacó el relevante impacto que tienen las instituciones de  gobierno en la sociedad, y no en el sentido de que los países dependan de ellas para  desarrollarse, sino, en que si éstas no tienen como objetivo el bienestar de todos los  ciudadanos, o sólo actúan a favor de grupos privilegiados al interior de la sociedad,  pueden convertirse en un freno implacable en el tránsito de los países al desarrollo. 

    Mancur en una línea similar, indicó que es el proteccionismo forzado por grupos de  presión económicos, lo que termina por desincentivar la innovación y con ello la  competitividad y el crecimiento. Desde un enfoque intrínseco del fenómeno, Banerjee  señaló en su obra: “Repensar la pobreza”, que las leyes cuando no están acordes con  la realidad, y además excluyen a la ciudadanía en su definición y construcción, se  convierten en un impedimento sustancial para abandonar la pobreza. Es este contexto  el que nos permite señalar que si bien la prosperidad tiene causas claras y constantes,  debieran interesar mayormente las causas detrás de las causas, ya que son éstas el  verdadero eje conductor de la vía a la prosperidad, mientras que es sobre ellas donde  las personas pueden incidir y decidir. Entonces, más que el qué, el quién, o el cuánto,  deberíamos interesarnos en primer lugar por el cómo se generan las relaciones entre  los ciudadanos, su gobierno, y las leyes. Así, por ejemplo, si pensamos en las  atribuciones del Estado, resulta más esclarecedor preguntarse cómo las personas  influyen y deciden sobre éstas, a fin de que cuenten con la capacidad y herramientas  para que tales atribuciones sirvan eficazmente a los propósitos que ellas persiguen, y  no a fines discrecionales de la clase política o de otros grupos de interés. Respecto a  las personas o conglomerados de personas que debiesen encargarse de los  gobiernos, es más relevante establecer cómo funcionará el sistema para su elección, a  fin de que los ciudadanos no sean aplastados por el peso del mayoritarismo y se  conviertan en simples gobernados sin más peso que el de su voto. En relación a los  impuestos, más que el cuanto en términos de porcentaje, vale indagar cómo  funcionará el mecanismo en que el ciudadano participa en su definición, así como  también respecto al uso final que tendrá su dinero y en la fiscalización del gasto y en la  política de ajustes. En este mismo sentido, antes de responder cuánto es el monto que  la sociedad debiese gastar en políticas sociales, se debe preguntar en primer lugar  cómo los ciudadanos, legítimos dueños de su esfuerzo y por ende de los recursos que  generan, determinarán y controlarán los sistemas de seguridad social, para que éstos  no se conviertan en una caja pagadora para el clientelismo, o pero aún, en un botín  para el gobierno de turno. En síntesis, es en la medida en que los ciudadanos sepan  preguntarse cómo deben relacionarse con sus gobernantes y con las decisiones de  índole político que les atañen, lo que les permitirá entender de mejor modo los  impactos que tendrán dichas relaciones y decisiones en su entorno inmediato y en el  éxito de su sociedad a futuro. 

  •  ARMAS, DERECHOS Y AUTODEFENSA

     ARMAS, DERECHOS Y AUTODEFENSA

    Autor: Jorge Yáñez / Categoría: Columna de Opinión 

    ¿Tienes el derecho a defender tus seres queridos y a ti mismo?

    Hace poco vimos un grupo de terroristas atacó una familia en Contulmo y que, según la misma familia, pudo defenderse gracias a las armas que tenían. Hemos visto un aumento de noticias relacionadas con robos, asaltos e incluso asesinatos y raptos. Se ha acusado que la violencia ha ido escalando y que la delincuencia está descontrolada. Al mismo tiempo se comenzó a hablar de la tenencia de armas. Se instaló un debate al respecto y la clase política nuevamente se divide en sus posturas. 

    La izquierda, liderada por el presidente Boric, sostiene que las armas son en parte la causa de la gran sensación de inseguridad. En otras palabras, hay que prohibir las armas para que se acabe la inseguridad. “Es por el bien de todos” sostiene el presidente. Por otro lado, parte del centro y gran parte de la derecha argumenta que precisamente debido los altos índices de victimización es que hay que tener el derecho a la tenencia de armas. 

    Pero ¿Un derecho depende de cómo anden los índices? ¿Tengo el derecho a la tenencia de armas debió a que existe un alto grado de inseguridad? ¿O mi derecho no debería depender de datos y estadísticas?

    En la cuenta pública el primero de junio del 2022, el presidente Boric, incluyó la prohibición total de la tenencia de armas en su plan de mejorar la seguridad (Cuenta Pública, junio 1, 2022). Tu o cualquier ciudadano promedio, que hoy en día vive con miedo a la inseguridad y que seguramente conoces a alguien víctima de la delincuencia, no podrás defender tus seres querido con un arma. Esa familia en Contulmo, según el presidente, no debería haber tenido armas. 

    Que quede claro, acá el objetivo no es que se limite la tenencia, no es que se incrementen las regulaciones, es una prohibición total y absoluta. Para que no acusen de fake news, en la misma cuenta pública el presidente Boric dijo que pedirá al congreso “todo el apoyo para aprobar una ley que nos permita avanzar hacia la prohibición total de tenencia de armas.” (Cuenta Pública, junio 1, 2022)

    Por otro lado, hay personas que han defendido erróneamente el derecho a la tenencia de armas. Argumentan, que debido a al alto grado de inseguridad, es necesario tener este derecho de tenencia de armas. El derecho nace y es válido debido a la gran inseguridad.

     ¿Cuál es el problema con este argumento? Que pretende establecer un nexo entre el nivel de inseguridad del país con un derecho. Que tenemos este derecho a portar armas solamente porque hay inseguridad. Sin embargo, un derecho no puede estar sometido a un índice. ¿Quién decide cuando un país ya es seguro y por ende ese derecho ya debería dejar de existir? 

    El derecho a la autodefensa es un derecho natural. No te lo da el Estado, por ende, el Estado no te lo puede quitar. El rol del Estado -y una buena constitución- es justamente proteger estos derechos. No pretendo argumentar que hay que tener un sistema donde cualquier persona puede comprar un arma y llevarla a todas partes sin grandes controles. Lo que no se puede aceptar es que se pretenda la prohibición total como lo ha sostenido el presidente.

    Ni siquiera entraré en analizar la frase expuesta por el presidente Boric “es por el bien de todos”. Cómo si fuera nuestro querido padre que nos tiene que cuidar

    Lo que no puede ocurrir es que un par de burócratas vengan a prohibir derechos. Tú tienes el derecho a la tenencia. Tú tienes el derecho a tener un arma en caso (e independiente) de que la necesites en tu casa. No tienes que dar explicaciones. Tampoco quiero entrar en la gran lógica intelectual del Gobierno en que los mismos delincuentes que asaltan van a entregar sus armas porque es ilegal. Van a desarmar a los chilenos y chilenas honestos y los criminales seguirán con armas.

    Este derecho es un derecho tan importante como el de la libre expresión, el derecho a practicar cualquier religión, o el derecho a la propiedad. Estos derechos no te los regaló el Estado, por ende, no te los puede quitar. Estos derechos son tuyos. Por el bien tuyo, por el bien de tu familia, por el bien de tus vecinos, piénsala dos veces antes de regalar tus derechos. La historia demuestra que jamás volverán.

  • Noticias falsas, revisadores de la verdad, y el pequeño engaño

    Noticias falsas, revisadores de la verdad, y el pequeño engaño

    Autor: Jorge Yáñez / Categoría: Columna de Opinión 

    Las fake news destruirán la democracia.  Suena fuerte, pero es precisamente lo que argumentan los ‘expertos’ de ambos lados de la esfera política, advirtiendo sobre el gran peligro de las noticias falsas. En internet, y especialmente en las redes sociales, es muy fácil encontrar noticias derechamente falsas.  Algunas tienen una agenda, otras las crean lo que se denominan ‘trolls’ de internet (una especie de persona que solamente le interesa provocar).  Lo que está claro, es que existen, alguien las está creando, y lo más grave, alguien las está leyendo.  Estas noticias pueden -o por lo menos es la acusación- cambiar el resultado de las elecciones. Que sean siempre los perdedores los que se quejan de fake news es, al parecer, una mera coincidencia. Pero no hay que preocuparse, para decirnos qué noticias son falsas y cuales dicen la verdad, nacieron los fact checkers.

    Un hito reciente donde las fake news han sido protagonistas es la elección de Donald Trump contra Hillary Clinton durante las elecciones del 2016. Ambos lados acusaban al otro de decir fake news mientras presentaban sus expertos como limpiadores de fake news.  Otro ejemplo, las elecciones sobre el Brexit, cuando el Reino Unido votaba si permanecer en la Unión Europea. Por sobre todo pronóstico, ganó la opción de retirarse de la Unión Europea. Nuevamente, ambos lados acusaron al oponente de repartir fake news. Por supuesto, fact checkers con grandes títulos de las mejores universidades del mundo se hicieron presentes con intenciones de desmentir el otro lado. En el tema del Covid, es la misma historia y ahora lo vemos con la guerra en Ucrania.

    El mundo sería mucho más simple si existiera solamente una verdad sobre los eventos y si solo bastara que un experto nos diga cuál es. No existirían los fact checkers, ya que no serían necesarios. Pero la vida y la política es compleja.  ¿Existe la verdad? Claro que sí, pero la forma en que se cuenta puede hacer toda la diferencia. En lugar de deliberar y llegar más cerca a la verdad, es mucho más fácil tildar cualquier opinión distinta de nazi, de racista, o de acusar a alguien o algún grupo de caer en fake news. Se ha convertido en un arma política y como toda arma, hay personas que la usan no para despejar mentiras, sino para desprestigiar a sus oponentes. Todos hemos visto como salen supuestos expertos a desmentir lo que dijo otro. El lector promedio verá que el noticiero puso ‘experto’ al ladito del nombre y asumirá que tiene legitimidad en lo que dice, y, por ende, hay que creerle.

    Hoy en día no hay que ir muy lejos para encontrar cómo operan estos fact checkers y cómo en verdad, no son tan objetivos.  Hay varias entidades que se dedican a este negocio. Entre ellas, las más conocidas son Politifact o FactCheck.com. Sin embargo, en Chile es común ver cómo los medios tienen sus propias versiones de estos revisadores de la verdad. Pero, se ha visto una y otra vez como son los mismos que acusan de fake news, las que las esparcen. El manejo del Covid es un claro y fresco ejemplo.

    El problema es que los fact checkers tienen un historial de errar frecuentemente.  Por ejemplo, si uno decía que las mascarillas de tela no sirven contra el Covid, Twitter te suspendía la cuenta y aparecía el mensajito diciendo que era un fake news, junto con la información correcta. Adelantamos varios meses y ahora es comúnmente aceptado. Recordemos que los expertos nos decían que hay que vacunarse para volver a la normalidad. Si uno decía lo contrario, era un mentiroso, incluso se acusaba de poner en riesgo vidas. Después decían que había que llegar a la inmunidad de rebaño, si uno discrepaba, salían los expertos y fact checkers a refutarte. Ejemplos sobran.

    En el debate constitucional previo al 04 de septiembre ocurrió lo mismo. Ambos lados tenían sus informantes. Aquellas personas que estaban encargadas de ‘informar’ a la ciudadanía. Por otra parte, estaban los famosos “fast checkers”. Era una herramienta más. El propósito nunca ha sido revisar si alguna información es incorrecta o no. El propósito es deslegitimar el argumento del ‘otro’ sí es que este argumento pone en riesgo mi postura. Que sea verdad o mentira es irrelevante.

    En el debate constitucional, se tildó de fake news decir que las Isapres desaparecerían.  Es verdad que en ninguna parte decía explícitamente eso. Listo, paremos de leer entonces dirían algunos. Sin embargo, el detalle fino hace toda la diferencia. Al obligar a los cotizantes a pagar su 7% (o el monto que fije la ley), al sistema público, las Isapres solamente recibirían lo que uno podría pagar por sobre ese porcentaje. En otras palabras, las matan por atrición. Decir que el sistema de salud que proponía Stingo y compañía empeoraría la salud de la mayoría de los chilenos también sería acusado por ser fake news. No obstante, si el sector público ya estaba colapsado, ¿qué pasaría con las listas si además hubiesen absorbido tres millones de chilenos?.

    Se acusó de fake news si uno decía que quedaba limitada la libertad de enseñanza. Claro, en la propuesta decía que se ‘protege la libertad de cátedra’. Sin embargo, esto era siempre y cuando el proyecto educacional se acoplará a los principios limitados en la constitución. Hubo una gran polémica por decir que el derecho a la propiedad privada se debilitaría. Que era falso. Cuando uno decía que el justo precio no era lo mismo que el precio de mercado se acusaba de decir falsedades. Que había un precedente legal.  Sin embargo, el mismo ministro Giorgio Jackson en un live en Youtube, el 04 de agosto 2022, dijo “que el precio de mercado podría no tener nada que ver con el justo precio”.

    Ejemplos así hay muchos. Podríamos escribir un libro de noticias falsas (de ambos lados). Lo importante es ver el patrón. Si uno lo busca, casi todo puede ser técnicamente acusado de fake news. El propósito es sembrar la semilla de la duda en las personas. No se compren el cuento de que porque lo dijo un ‘experto’ está listo, definido y por ende no se puede acusar más. Mintieron con el tema del Covid, mintieron con el plebiscito. Los fact checkers tienen su agenda, y las agencias revisadoras no son jugadores neutros. Son un jugador más de este a veces sucio juego de la política.

    Tal como no te compras que Corea del Norte es democrática porque se llama ‘República Popular Democrática de Corea’, o que una lista o partido sinceramente se preocupa del pueblo simplemente porque tiene la palabra pueblo (o dignidad o su nombre). El propósito de esta columna no es hablar de la ya rechazada propuesta de constitución, es para que no olvidemos que no hay que creer todo lo que se dice, todo lo que te cuentan.  Ahora mismo, duda de lo que te cuentan de la inflación, de la guerra de Ucrania, de que no volverán a poner pases sanitarios, duda aún de las medidas ‘anti’ Covid.

    La próxima vez que veas los famosos fact checkers, duda de ellos también. Duda de ambos lados, de derecha y de izquierda. Lo importante es que no te dejes engañar. Llega a la conclusión que sea, pero que sea tuya.

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